La imagen corporativa importa:

una vez resuelto el asunto del nombre y logo, es el momento de demostrar que todo anda bien. Se debe poder desarrollar la imagen de la empresa (o producto) en multitud de soportes distintos sin perder coherencia y sin "sufrir". Se sufre cuando intentas hacer algo que el logo no te permite debido a su gestación defectuosa. Si el proyecto está bien concebido se podrá acometer el despliegue con garantías: la rotulación, la papelería (papel de empresa, tarjetas, carpetas, facturas, sobres, etc.), las aplicaciones en uniformes, el merchandising, etc.

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